Los implantes cigomáticos son una alternativa terapeútica a los injertos óseos en los casos de atrofia del maxilar superior en la zona posterior.
Prevén una estabilidad en el hueso cigomático, un tránsito transinusal y una emergencia sobre el flanco palatino de los procesos alveolares en la zona del segundo premolar – primer molar.
En base a la variables anatómicas deben tener una longitud mínima de 30mm y una máxima de 57,5mm. A causa de la longitud de la inclinación y por el limitado soporte óseo (sólo en el anclaje del hueso cigomático) puede ser mayormente sometidos a esfuerzos de las cargas oclusales.
Para mejorar la distribución de las cargas es siempre necesario asociar al menos la colocación de dos implantes a nivel de la premaxila y unir el conjunto con una estructura rígida.
Estas características hacen que los implantes cigomáticos puedan ser utilizados sólo en particulares condiciones de atrofia ósea:
- Atrofia maxilar limitada las zonas posteriores con una premaxila conservada.
- Resección por causas oncológicas.
- Graves defectos óseos postraumáticos.
Todo lo que debes saber sobre implantes cigomáticos
Preparación del paciente
La selección y la preparación del paciente son extremadamente importantes, no sólo será por el aspecto cuantitativo del hueso maxilar, excluyendo del tratamiento los pacientes que presentan patologías infecciosas del seno maxilar, sino que también se requerirán exámenes radiográficos y Tac para la selección.
Se debe realizar con anestesia general o sedación. La sedación consciente es la técnica que se acopla perfectamente a la práctica dental de implantes cigomáticos, ya que produce una depresión a nivel de conciencia que se ajusta a los requerimientos quirúrgicos de los implantes dentales cigomáticos sin subir excesivamente el precio, facilita la colaboración y mantiene los reflejos intactos, con lo cual el riesgo posible de complicaciones o problemas con los implantes cigomáticos se minimiza.
La sedación no controla completamente el dolor, por lo que debe asociarse a técnicas de anestesia local. Se puede aplicar fuera del quirófano (en las clínicas dentales) y de manera ambulatoria.
La sedación cada vez goza de mayor aceptación en el campo de la cirugía oral, implantología y maxilofacial.
¿Cuándo se usan los implantes cigomáticos?
Los implantes dentales cigomáticos han mostrado ser un abordaje predecible para el tratamiento del maxilar con atrofia severa. Estos han mostrado tasas de supervivencia en diversos foros de implantes cigomáticos del 95% a los 10 años de haberlos puesto, según seguimientos realizados a diversos pacientes.
La morfología alveolo-maxilar donde se aloja la porción coronal del implante cigomático se corresponde con una zona atrófica, con crestas edéntulas muy absorbidas y, generalmente, con escasa mucosa queratinizada. Esta combinación de factores desfavorables puede modificarse para aportar, al implante cigomático, un entorno en el que pueda conseguir un buen pronóstico a medio y largo plazo.
De no hacerlo los implantes cigomáticos en el postoperatorio o a largo plazo pueden sufrir periimplantitis, favorecer la aparición de sinusitis maxilares, así como presentar recesiones vestibulares. La aparición de estos problemas en los implantes cigomáticos dentales se relaciona, en gran parte, con la posición en la que se encuentran alojados respecto de la pared lateral del seno maxilar.
Preparación del paciente
La regeneración ósea y de tejidos blandos se presentan, por tanto, como carácter preventivo.
En la técnica clásica descrita en 1998 la emergencia del implante era palatina y la trayectoria intrasinusal, la complicación más frecuente era la pérdida de hueso marginal periimplantario palatino y consecuentemente la comunicación orosinusal, con la posible sinusitis maxilar.
Así pues, para evitar esta complicación se propusieron otras técnicas y direcciones de ubicación del implante, junto con la regeneración ósea y la mejora de tejidos blandos, alrededor de los implantes cigomáticos, como métodos preventivos. La regeneración ósea como de tejidos blandos es crucial para el pronóstico a medio y largo plazo de los implantes cigomáticos.
¿Cómo se colocan los implantes cigomáticos?
El procedimiento más común para rehabilitar pacientes atróficos suele ser implantar dos implantes cigomáticos (anclados en los procesos cigomáticos) en la zona posterior, y de dos a cuatro implantes axiales en la zona anterior del maxilar, según el caso. El reborde alveolar residual en el sector anterior del maxilar suele ser insuficiente para la colocación de los implantes en los casos de atrofia importante. En este escenario, se ha propuesto la colocación de 4 implantes cigomáticos para realizar la rehabilitación protésica, siendo las prótesis soportadas por 4 implantes cigomáticos un tratamiento viable para rehabilitar una arcada completa en un maxilar atrófico.
Los implantes cigomáticos dentales también son susceptibles de ser usados para carga inmediata, sin embargo no es un procedimiento sencillo y precisa como primer paso y requisito, el lograr una alta estabilidad primaria de los implantes. Superado el reto, el diseño protésico es de importancia capital, ya que el término carga inmediata hace referencia a dos realidades distintas. Por un lado refiere al tiempo de colocación de la rehabilitación protésica en relación al momento de colocación de los implantes, o colocada durante la primera semana tras la cirugía de implantes; y por otro lado, refiere al tipo de oclusión que se le otorga al paciente, siempre intentaremos que sea una carga inmediata “funcional” debido a ser el paciente desdentado completo.
Los implantes cigomáticos presentan altas tasas de supervivencia, sin embargo, pueden presentarse complicaciones e incluso pueden aumentar con el tiempo. Podemos dividir las complicaciones según ocurran en el postoperatorio inmediato o a largo plazo.
Las complicaciones tempranas descritas o en el postoperatorio inmediato son las siguientes:
Laceración labial, lesión orbital o hematoma periorbitario, lesión del nervio infraorbitario, sangrado nasal, rotura de la pared del seno maxilar, dolor y edema, sinusitis maxilar de aparición temprana, penetración intracraneal del implante cigomático y fracaso inmediato del implante cigomático.
Las complicaciones tardías que se han descrito en implantes cigomáticos son: Mucositis y periimplantitis, deficiencias en los tejidos blandos y duros periimplantarios, comunicación orosinusal, sinusitis maxilar de aparición tardía, deterioro del habla y de la funcionalidad y el fracaso del implante cigomático.
Los implantes cigomáticos representan una buena solución en casos de grandes atrofias maxilares. Mediante el aprovechamiento de los arbotantes maxilares cigomáticos se podrá anclar una prótesis fija de arco completo que, en la mayoría de la ocasiones podrá ser de carga inmediata. No obstante, supone un desafío debido a la complejidad de la técnica quirúrgica y a las posibles complicaciones tempranas y tardías, y debe ser realizada por cirujanos con experiencia.